sábado, 26 de noviembre de 2011

Sueño con tú felicidad

Me despierto cada mañana, pensando en como podre mirarte a los ojos el día siguiente y el como me aguanto otro día más sin decirte que Te amo. Intento dormirme, pensando una escusa para no acercarme más a ti. Se me hace insoportable, el no poder abrazarte. Pero aun más insoportable se me hace, cuando eres tú quien me abraza. Haces que huela tu colonia, que me encanta. Y después intentar fingir que ese abrazo a sido por amistad y no por amor.
Verte cada mañana en el autobús y saludarte con un simple "hola", cosa que me molesta mucho ya que me gustaría saludarte con un "beso".
 Por eso, he tomado la decisión , de que ya no seamos amigos. Que todo lo que paso entre nosotros. Se lo lleve el olvido. Y no volver a recordarlo. Porque a mi hace daño, me hace daño no ser la causa de tú felicidad, me haces daño tú.
Seguramente cuando te lo comente, te negaras por completo a nuestra distanciación. Que aunque sabes que es buena para mí, para ti no. Solo piensas en tú bienestar. Y yo soy masoquista por preferir tú comodidad antes que la mía.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Preguntas casí inexplicables para el corazón

Siempre me he preguntado. ¿Porque normalmente queremos lo que no es bueno para nosotras? ¿Porque amamos normalmente a él más imbécil?  ¿Porque sí yo te doy amor, tú no? ¿Porque no entiendes mis indirectas? Por mi parte a mí estas preguntas, se me pasan en la cabeza normalmente... ¿Explicarlas? No soy Dios para saberlo, pero tampoco soy una inepta. Creo que los hombre, por primeras te miran lo físico... y después les cuesta bastante ver lo de dentro. Pero entenderlos no es imposible, pero tampoco demasiado fácil, que digamos. Solo hay que hacerles entender que somos más que una mujer, podemos ser muchas cosas, como psicólogas, estilistas, comprendemos, de hasta buenas en ciertas cosas.... Pero solo decir que los hombre son como un cubo de "rubik", solo hay que saber armar las piezas para saber que no son tan estúpidos como aparentan. 
     
                                                
                                                    

sábado, 17 de septiembre de 2011

Solamente te pones a pensar...

Ponerse a pensar, la posibilidad de que hubieras podido ser feliz a lado de ÉL, ponerse a pensar que hubiera sido un error, que hubiera sido un sueño cumplido... Pero hay que saber, que te equivocaste, de desicion y que tienes que aguantarte con tu desicion. ¿Y ÉL que pensara de mi desicion? hubiera pensado que seguramente hice lo correcto ó que me equivoque... Pero lo peor fue que me equivoque y ÉL no hizo nada por arreglarlo. Solamente podría definir que nuestra relación "si lo fue" se hundió en el olvido.... igual que mi amor hacia ÉL, y seguramente su amor hacia mí. Ahora lo único que podemos hacer es mirarnos y reflexionar en la opción que tome. Fuiste tú el culpable o lo fui yo... 


martes, 6 de septiembre de 2011

Capitulo 4: Un giro inesperado

Eran ya las 18:00. Estaba muy confusa, no entendía el porqué si con él me siento muy segura. Quedamos en el parque que está cerca de la cafetería, nuestro parque. Ahí estaba esperandome, con una sonrisa en la cara me saluda y me abraza, me cogió de la mano y anduvimos un buen rato. ÉL estaba muy contento de volver a verme. Yo también, no sabe cuanto me alegro de volver a ver aquel rostro que esta grabado en mi corazon ese rostro que le pertenecía, que le definía. Nos sentamos en un banco para hablar. Nos dijimos lo mucho que nos queremos y lo muy importante que somos para el uno al otro. Pero algo pasaba. ÉL me dijo que le espera aquí. Yo emocionada me preguntaba que tramaba. De repente saca de la nada una rosa. Me quede de piedra, eso era un detallazo por su parte. Como siempre, siempre rozando la perfección e incluso sobrepasándola. La verdad es que de ÉL me podía esperar de todo. Después de aquello nos levantamos y anduvimos un buen rato más. ÉL me miraba cada segundo, lo notaba, seguramente porque yo no podía dejar de mirarle tambien. Pero, yo le bajaba la mirada. Tenía una vergüenza inexplicable. Le quería y mucho. Y se que el a mi tambien, no se donde esta el problema pero me siento asi.A un punto del paseo, llegamos hasta su portal y me invito a subir a tomar algo. Pero tenía que irme. Mi madre me habia enviado un mensaje diciéndome que tenía una noticia importante que decirme. No le di mucha importancia. Yo le dije que me era imposible y le hable del mensaje. ÉL insistió en acompañarme a mi casa. No pude negárselo, asi que accedí. 
Llegam
os a mi portal. Me dispuse a irme sin decir nada pero ÉL me coge de la mano y me dice que me ama. Nos besamos. Nos costaba decirnos un “Adiós”. Pero las cosas tenían que ser asi que me subi a mi casa. Al abrir la puerta. Mi madre me dice emocionada que nos vamos de viaje. Me quede de piedra.
Mi madre se preocupo un poco ya que no reaccionaba. Yo no la dije nada, me quede seria y lo unico que le conteste era con un seco y directo “me voy a mi cuarto”.
Ahí, me tumbe en la cama y me puse a pensar. Miles de preguntas acudieron en seguida a mi mente. Que pasara ahora con ÉL, conmigo, con nosotros. Me aterraba pensar que la distancia entre nosotros, nos separara por completo. Pero un pensamiento de ánimo me vino. Era solo unas vacaciones, que podría pasar? Aun asi, no sabía si decírselo o no.
Estuve toda la noche pensando en ese viaje tan inesperado. Me preocupaba que en mi ausencia, ÉL se olvidara de mí. No, no, no ¡Mejor no pensar eso!
Al día siguiente, me levante con la misma preocupación con la que me dormí. Mi madre seguía tan emocionada como ayer. Me ordeno que ya vaya haciendo la maleta. No me hacia ninguna gracia ni ilusión alguna que digamos.
Mientras miraba mi armario, solamente pensaba en si llamarle o no, al final decidí hacerlo. Claramente, no le dije todo por telefono, decidí darle la noticia en persona… Asi que, quedamos aquella tarde.
Ya eran las 16:30 y yo tenia el corazon en una mano. Llegue antes que ÉL, al rato, le vi a lo lejos dirigiéndose hacia mí.
ÉL tenía una habilidad de darse cuenta cuando me pasaba algo o no y aquella vez no era excepción. Me habia notado un poco nerviosa. Yo me limitaba a esquivar sus miradas. Solo me desarmaban. Pero como siempre, acabo rindiéndome a sus pies en el momento que le dio por poner aquellas manos sobre mi mejilla e hizo que le mirara a los ojos. Con un brillo en los ojos, me pregunta “¿Te pasa algo, Amor?”.
Yo más nerviosa que nunca, le dije la verdad. Pero dio un vanazo y rápidamente lo cambie por un no. ÉL un poco desorientado, me tranquiliza. No podía andarme con mas rodeos y le cogi de las manos y le dije que me tenia que ir a mi casa y que le amo. Me levanto y me dispuse a irme.
ÉL me coge de la mano y me besa. Deseaba contárselo, pero decidí que no. Solo pude abrazarle y sin mas despedirme con un simple adiós.
En mi casa. Decidí llamar a mis amigas para contarles que me tenía que ir por dos semanas y que las voy a extrañar muchísimo. Quede con ellas a las 16:00, del día siguiente.
Hable sobre mis inesperadas vacaciones. Ellas se emocionaron, pero se dieron cuenta que yo no compartía aquella misma emoción con ellas. Les hice prometerme que de momento no le contaran nada a ÉL. Me dieron su palabra. Eso me tranquilizo de algun modo u otro, me sentia bien por contárselo a mis mejores amigas y librarme un poco de peso encima. Estuve un rato un poco corto con ellas, ya que aun tenía que hacer las maletas.
Ya en casa recibí una llamada, deseaba que no fuera ÉL pero a la vez deseaba oir su voz. En fin, era ÉL. Me preguntaba el porqué de su llamada. ¿Sabrá algo? ¿Por qué se lo he ocultado? Estaba un poco nerviosa al ver su llamada perdida. ¿Le llamo? No, mejor no. Decidí evitar sus llamadas.
Aquella noche estaba pensativa, no quería darle tantas vueltas al asunto, pero no era capaz. Todo se complicaba más y mas. Habían pasado unas horas y seguía con las mismas cosas en la cabeza. No podía concentrarme, no sabia que narices hacia y muchísimo menos estaba segura de que estoy poniendo en mi maleta. Todo era ÉL, ÉL y nada más que ÉL. Ocupaba mis pensamientos, mis horas, mi atención, mi vida, mi todo… Mi todo era ÉL y es algo que no puedo ocultar ni cambiar.
Pasaron ya 2 dias sin hablar con el. Ya quedaba poco para irme, exactamente 2 dias.
Aquella tarde, recibí un mensaje de ÉL. Ponía: “Estas bastante distante y me preocupa, te estoy llamando y no me lo coges. Tus amigas no me quieren decir que te pasa. Necesito hablar urgente contigo, te quiero.” No sabía si contestarle o sin más rodeos decirle que en nada me iré. No podía seguir asi, pero no podía encontrar el valor de decir las cosas. Quizás desconfiaba demasiado pero aun no estoy muy segura de si fue verdadero o no, no lo se. Se lo estaba currando mucho. Pero decidía apagar el móvil y parar de recibir tantos mensajes. Intentare hacerme a la idea de que iré de vacaciones, aunque dudaba conseguirlo.
Decidí descansar y pasar de todo un poco, eso si, me fui en la casa de mis abuelos.
Por la noche decidí encender el móvil. Otro mensaje. Estaba aun más nerviosa, que antes. El mensaje ponía: Me he atrevido a ir a tu casa, y al parecer de todas las veces que he tocado el timbre no estás o me quieres abrir. ¡Se puede saber! ¿Dónde estás?
Ahora todo se complica.

jueves, 25 de agosto de 2011

Capitulo 3: El rencuentro

~Me desperté temprano. Lo primero que veo al abrir los ojos es su rostro. Era perfecto, me encanta cada detalle de su cara. Seguía profundamente dormido. Era como ver a un bebé recién nacido. No quise despertarle, asi que, con mucho cuidado, me levante y me fui a darme una buena ducha. No me podía quitar de la cabeza lo que paso ayer. Con lo perfecto que fue, aun sigo sin creérmelo. No me quería desprender de la camiseta que use de pijama, era un recuerdo de salgo maravilloso. Pero aun así, me vestí con mi ropa que estaba esparcida por toda la habitacion. Una vez ya duchada y preparada. Me dispuse a irme. Me sentí algo mal irme sin que sepa, mientras que el aun esta profundamente dormido. Pero sabía que si le despierto va querer que me quede un rato más, así que, me voy. Le doy un beso en la mejilla y le dejo una nota diciéndole que le amo. Salí de aquella habitacion llena de recuerdos maravillosos y me dirigí a la puerta principal a la cual cerré con mucho cuidado. 
Aun no habia desayunado. Asi que me fui a una cafetería. Después, me fui a un parque que se encontraba cerca de la cafetería. Tenia que sentarme en un banco a pensar sobre todo lo que ha pasado. Dudaba si llamarle o no. Al final, decidí no hacerlo ya que cabía la posibilidad de que me vaya a buscar. Después de un rato me fui a la parada de bus. Fui directa a la casa de mi mejor amiga. Llego y le doy las gracias por cubrirme. Ella emocionada me pregunta las típicas preguntas tontas de siempre… ¿Qué tal ha sido? ¿Lo repetirías? Aun no estaba como para hablar de aquello, no la dije gran cosa, solo que cuando encontraba las palabras adecuadas le mandaría un mensaje.
Ya eran las 10:00 de la mañana y estoy muy cansada de ir de un sitio a otro. De repente, alguien me llama. Era ÉL. Me pregunta donde estoy y porque me he ido. Le tranquilizo y le digo que estoy ya por mi casa. Le explique que me fui sin avisar es porque no quería que se despertara. ÉL, un poco enfadado me da la razón y se despide con un te amo.
Espere que sean las 12:00 para irme a mi casa. Para perder tiempo me fui a casa andando. En el camino, estaba medio perdida. Estaba tan centrada en mis pensamientos que no sabia ni que hacia.
Al llegar a mi casa, como siempre, mi madre me empieza a ahogar con preguntas. ¿Qué tal con tu amiga? ¿Te lo has pasado bien? Etc… Tras haber contestado con respuestas cortas y directas, pude llegar a mi habitacion. Lo primero que hice después de cerrar la puerta es tumbarme en mi cama. De ahí, empezaron a lloverme recuerdos. Le echaba de menos, su habitacion, su olor… Quería desconectar, debía desconectar un rato. Nada de Tuenti. Nada que tenga que ver con el mundo exterior.
Ahí estaba yo, tumbada sola en mi cama. Me quede mirando al techo. No sé que hacer.
No podía quedarme en mi casa. Todo me recordaba a el, todo me daban ganas a volver junto a el. Asi que decidí dar una vuelta por mi barrio.
De repente recibo una llamada. Hola amor, me dijo. Era ÉL. Escuchar su voz me tranquilizo mucho. Me quede un rato en blanco, sin saber que decir. Me pregunto por la tarde. Salir algún sitio, los dos. Yo no sabía que decir. En ese momento estaba un poco confusa. Le conteste con un no bastante dudoso, después con un Sí, y acabe con un No sé. ÉL me calma un poco con sus dulces palabras. Me hace entender que si no quiero, no pasa nada. ÉL no quería agobiarme. Le doy las gracias por entenderme y como siempre, acabamos despidiéndonos con un, te amo. La verdad es que no sabía qué hacer. ¿Dudaba de ÉL? ¿Dudaba que me quisiera? NO, imposible. Prefería pensar que si me amaba. Voy a mi casa, y decido llamar a unas amigas, para quedar. Olvidarme un poco de lo ocurrido. Pero no podía olvidarlo a ÉL. Eran las 15:00. Ya había comido. Me despido de mi madre y me voy al parque donde habíamos quedado mis amigas y yo. Ellas no sabían del tema. Lo prefería así. Pude olvidar por un momento lo que paso. Pero como una brisa fresca, volvió a recordarse ese momento. Eran las 17:15. ¿Lo hago o no? ¡LE LLAMO! Le digo que me lo he pensado mejor y que quedemos. Y asi fue. Nos volvimos a encontrar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Capitulo 2: Un Cambio en nuestras Vidas

Fue un momento inolvidable, me sentía genial. Todo iba a la perfección. Aquello sin duda no era algo que me arrepentiera de haber hecho. Paramos, me quedo a tumbada a su lado. Mi respiración estaba alterada, pero aun así la sensación no era mala. No paraba de sonreír. Las velas ya se habían consumido. Pero se que estaba ÉL a mi lado, le siento y veo aquella silueta de su cara tan perfecta. De repente siento su mano acariciar mi tripa desnuda. Me acerca mas a ÉL. Su cuerpo estaba tan cálido. Podría quedarme así para siempre. De ahí, me beso. Con tal sentimiento que jamás pensé que podría amar a alguien de esta manera. Después de aquello, nos quedamos en la cama. Juntos. ¿En que pensará? ¿Le habrá resultado tan placentero y perfecto como a mi? de repente se gira y me susurra, te amo. Eso me respondía muchas preguntas. Le amo, es perfecto y todo lo que está pasando también. Una conversación surgió de ahí. Entonces me preguntó lo que yo me preguntaba hace un buen rato. Si irme o no. ÉL me dijo que le encantaria que me quedara los dos dias que su madre y hermano están fuera. Por mi parte estaría bien, mi madre piensa que estoy en la casa de mi mejor amiga y ella me podría ayudar en esto. Estaba deseando quedarme, quisiera quedarme asi para siempre y mas. Cómo podía decir que no a sus besos, a sus caricias, a su amor... ÉL insistió, los dos lo estábamos deseando unos días juntos, así que accepté. 
Salí de la habitación para llamar a mi madre para contarle la mentira "piadosa" al que no puedo rechazar y no hacer. Tras hablarlo, me dio su permiso. Después llamé a mi mejor amiga por si mi madre me andaba buscando y recurría a ella. Ella estaba tan emocionada también, se alegraba por mi y ella estaba mas que dispuesta a ayudarme. Todo iba a la perfección. 
Vuelvo a la habitación y el estaba ahí esperandome. Yo me sente en el borde, el se levanta, me abraza, me besa el cuello y me conduce a su lado. 
Ahí estabamos, los dos tumbados. Pasamos unos minutos en silencio, entre caricias hasta quedarnos dormidos. Todo iba perfecto. 
De repente me desperté, pero no fue un despertar brusco. No importaba, quería abrazarle, alzo mi mano para buscar su cuerpo y abrazarlo de nuevo. No lo encuentro. No estaba. Yo estaba sola en la cama, ésta cama a la cual no podré evitar llamar nuestra cama y de nadie mas. Al caso, pensé horrorizada en la opcion de que todo hubiera sido solo un sueño. Pero esto no era mi habitación. De repente una voz familiar me llama, era ÉL. Me decía, amor, la cena esta servida, princesa. Oh bellas palaras, saliendo de los labios perfectos. No me lo podía creer. Al llegar en el comedor, estaba una cena para dos. Era un detallazo. Seguía alucinando desde el momento que llegue esta tarde. ÉL estaba ahí, sonriéndome... Estaba hermoso. Aquella sonrisa era sincera y cálida. Me quedé mirando atónita hasta que al fin reaccioné. 
La cena fué increíble. Después de aquello, me fui a la ducha. No llevaba ropa asi que me presto una camiseta de las suyas. Era blanca y me quedaba grande. Era perfecto, y mas todavía si olía a ÉL.
Sin darme cuenta ya eran las 11:30. Ahí estábamos, en el salón. Se veia claramente a través de la ventana a la Luna. Todo estaba perfecto. ÉL me puso una película, no me acuerdo del título, era de amor, pero sin duda, lo que estaba viviendo en aquel momento, no lo podía superar nunca. 
No queria que esto acabara... Se que así tenía que ser, pero por ahora, en mi mente estoy grabando cada segundo, cada detalle y cada palabra. Esto es un comienzo, esto es un gran cambio. Espero que esto solo sea el principio.

Capitulo 1: Visita Esperada

Es una tarde perfecta, el sol brilla desde lo mas alto, aun asi no hace calor, una brisa fresca pasa cada minuto y esa aroma reconfortarble hace que piense en ÉL esta presente. Todo esta muy tranquilo... Me conecto al Tuenti, para ver novedades y rápidamente me habla, me quedo un poco tocada pero aun así le devuelvo el saludo con un gran sonrisa. La conversación iba estupendamente hasta que me pide que vaya a su casa. Me dijo que estaba solo, que su madre y su hermano estaban de viaje. Yo estaba encantada de ir.
Me arregle bastante pero sin pasarme. En el bus empezé a imaginarme lo que pasaría, las razones por las cuales quiere que vaya a su casa. Por fin llego a su casa. Estaba muy nerviosa. Llego a su casa. Que recuerdos. La puerta, el escaloncito donde nos pasabamos horas y horas hablando... En fin, basta de entretenimientos. Llamo a la puerta. Que extraño, parece ser que no hay nadie. Y lo mas extraño es que la puerta no etsaba cerrada del todo. Me temía lo peor, pero en fin, abrí la puerta. Al dar dos pasos adelante, alguien me agarra de la cintura, las manos estaban calientes. Me había pillado desprevenida y me asusté un poco. Su cara se acerca a mi oreja, me susurra un te quiero. ¡Era ÉL! me doy la vuelta y ahí estaba ÉL. Sus ojos tenía un brillo especial, su pelo estaba recién lavado y pude oler su olor, me encanta. Nos quedamos mirandonos en medio del silencio. De repente veo que se acerca lentamente, sus ojos se iban cerrando poco a poco y al fin, nuestros labios se unieron y acabaron por fundirse con el uno y el otro. ¿Esto es un sueño? Porque no quiero despertarme. Estaba tan feliz, tan emocionada. ¡Ésto era real! Está todo pasando de verdad. Pero, espera. Algo se traía entre manos, algo tenía planeado. Pero aun de las sospechas, me dejé llevar como si fuera una abjea y ÉL el dulce néctar de una flor.
Ahí estabamos, en medio de aquel pasillo. Me besaba de tal manera que no podía parar. Me tenía hipnotizada. Me agarraba de la cintura. Me sentía muy protegida. De repente, para. Me mira fijamente en los ojos, me sonríe, me abraza y me susurra al oido; dejate llevar... me da la vuelta y me tapa los ojos con una venda. Mi corazón estaba a mil por hora. Estaba medio asustada, pero aun así le hice caso y me dejé llevar.
No sabía donde me llevaba, pero a unos pasos, percibí un olor agradable, me sento en algo que parecía ser una cama, las sabanas estaban frias, pero aun asi era agradable, era suave, lo acaricie una vez, no, dos veces. Estaba en una habitación, spongo que la suya, ya que en el ambiente correteaba su particular olor, ese olor que me vuelve loca. Aun tenía la venda en los ojos. Pero eso se acabó ya qu eme lo quita. Tenía razón, estábamos en su habitación. al lado de la cama a unos pasos estaba su escritorio, la de toda la vida, pero esta vez estaba mejor, esta vez lo decoraba unas velas, de ahí salía ese olor agradable que recorría la habitación a parte se su perfume. La persianas estaban bajadas, las luces por lo tanto también. La única luz, las velas que daban a todo un toque romántico. ÉL cierra la puerta, y se sienta a mi lado.
Pasa la mano por mi mejilla y despues me coloca el pelo de modo que quede por detras de la oreja. Me mira a los ojos y me dice que me ama. Yo solamente pude sonreir. Estaba atónita.
Entonces, ÉL me besó de nuevo y de ahí todo comenzó......